Siguiendo el canino encontramos la verdadera esencia de la libertad, autodescubrimiento, donde cada ser humano florece en su singularidad, tejiendo parte de una gran red. La verdadera libertad radica en abrazar con orgullo y sin disculpas la diversidad, rompiendo el paradigma, abrazando el tabú. Es el acto audaz de ser auténtico, sin miedo al juicio, creando tu mundo, tus reglas.




































